Joyas con historia

Todas las historias están basadas en recuerdos personales. Cada colección parte de un texto del que visualizo las joyas. Lo normal es empezar con un dibujo cuando se aborda un proceso creativo pero para mi lo importante son los textos y después los bocetos “escultóricos” trabajando directamente en volumen. El dibujo o la pintura suelen darse (si se dan, que no es en todas las ocasiones) en un último proceso.

Colección Olivo

Un día recordé el olor de Andalucía. A dulce y flores, a aceituna. El tiempo parado. La rapa en el olivo.

Para mi todo es susceptible de cambiar. Incluso la razón de ser de mis colecciones. La colección olivo empezó siendo un homenaje al olivo milenario de la plaza del pueblo de mis abuelos. Pero con el tiempo mi mirada sobre ella ha ido cambiando hasta el punto de sentirme desconectada de esta colección y de sus flores. Una larga temporada en Andalucía me reconectó fuertemente con ella pero con una mirada totalmente diferente. Unos recuerdos dieron el relevo a otros y ahora no paro de pensar en ese olor a almazara.

Laurel

“En el corral de la casa del pueblo una vez hubo un laurel. Al caer la tarde me quedaba mirándolo mientras me preguntaba cómo podía aguantar aquel clima. Y es que ese árbol tenía una fortaleza extraordinaria: se sabía corona de los vencedores. Nada podía perturbarlo. Por su savia corrían cáscaras de huevo y peladuras de fruta mezcladas, a veces, con alguna que otra golondrina recién nacida que se precipitaba del nido. Con todo, desprendía un aroma tan limpio como las paredes jalbegadas de cal entre las que crecía buscando siempre algún cielo.”

Flores de españa

Esta colección está trabajada desde el recuerdo de este árbol que efectivamente creció en el corral de la casa del pueblo dentro de un contenedor verde de hojalata. Creció y murió allí.

  • “Anhelaba el día en que por fin llegarían a sus manos aquellos pendientes. Y es que su madre se había encargado de honrar aquellas perlas hasta convertirlas en el tesoro familiar. Lo que no sabía era que su abuela, a la que había imaginado siempre sentada en el balancín leyendo novelas y contando historias, mandó hacer esos pendientes con unas perlas encontradas por casualidad bajo el sol de un verano antiguo”.

  • Órbita es una colección más “sencilla”. Perla y metal se combinan para obtener unas piezas muy cómodas, tratando de honrar la idea de “tesoro familiar”. Unos pendientes que saben permanecer en el recuerdo, algo atemporales.